Yo nací para ser señora...
¿Algún día llegaste a ver esposas desesperadas?, pues te cuento que yo estaba traumada con Bree, para cuando esa serie salió yo muy apenas estaba en la secundaria, y aunque mucha de la trama la entendí cuando la volví a ver ya de adulto, siempre me llamó demasiado la atención lo perfecta que trataba de ser Bree en su casa, la dedicación que ponía en su cocina, lo organizado que era su recetario, lo dedicada que era con sus plantas, y el detalle que siempre agregaba a las cosas simples de su casa, muy independientemente de los estigmas sociales que trataba de seguir.
Y aunque sea una simple serie, y la trama vaya mucho mas allá de mi enfoque en Bree, desde entonces me he sentido identificada con esos factores, y me di un clavado en todo esto el día que me casé. Por gusto propio en la cocina inventaba recetas, trataba de recrear otras y aprendía por medio de videos en YouTube.
Mi cómplice 💕
Yo me casé a una semana de cumplir mis 24 primaveras, y mi esposo ha sido desde el día uno hasta el presente siempre el mas atento y dedicado conmigo.
Una pieza fundamental en mi descubrimiento por el amor a la cocina ha sido él, me ha impulsado a crear, a inventar y a confiar en lo que hago.
¡Mi esposo es un argüende!, y en el mejor de los sentidos, porque a todo le entra y a todo me dice que si, aunque después se cuestione si fue lo correcto jajajaja, se ha convertido en carpintero, veterinario, asesor de moda, jardinero, cocinero auxiliar, explorador y ahora papá.
Y si se me mete la idea de un huerto en casa, el me construye los maceteros, que si quiero aprender a hacer pan, me regala una tabla de silicona con medidas, y siempre así, llevando cada una de mis locuras a la realidad.
Y, en todo este hacer y deshacer he compartido poco a poco no solo recetas, que fue mi pasión desde el principio, sino algunos tips de plantas, de bebidas y cuestiones de casa en general, todo lo que pueda salir de la cocina, así como viajes y lo que aprendo en ellos.
Todo lo que he compartido es a base de lo que he visto, visitado y probado, y no me declaro la experta, la chef, ni la mejor en ninguna de las cosas que hago, pero las hago con mucho amor y por gusto propio, tratando de mostrar siempre las cosas reales, como mi cara sin maquillaje en mis historias del diario, mis formas de preparar comida que no siempre son las que usaría un chef experto, así como admitir cuando no se muchas cosas.
Para mi, sin embargo, todo se trata de ir creando un espacio en el que cada quien lo sienta suyo, su casa, y que no le de miedo inventar o probar sabores nuevos, pues nunca sabemos de que nos podríamos enamorar si nunca lo intentamos.